viernes, 1 de agosto de 2014

Durmiendo en tu boca












Y  Volvieron los besos...
Tus besos.
Esos que alimentan el alma...
Mi alma.
Suaves, tiernos, profundos,
sin límite de tiempo...
En nuestro tiempo.
Los que te embrujan...
Me embrujan.
Los que nos hacen perder la cordura.
Mi cordura.
Los que nos llevan al placer de la  locura...
Tu locura.

Tus besos cálidos, armónicos
esos que resplandecen en la penumbra
se fusionan con nuestro aliento
perdiéndose junto al tiempo.

Y Volvieron los besos. 
Mis besos.
Los labios se empapan con su humedad sabrosa,
tu cálido aliento embriagador
se apodera del mío abrasador.
Mi lengua no duerme en tu boca,
encadenada, atrapada
se contornea sin piedad
junto a la tuya buscan
conquistarse una vez más.

Tu boca, carnosa, deliciosa
se apodera sin permiso de mis labios
es dueña y culpable
del fuego que desprende sin control.
Dormir en tu boca…
Es perderme en la inmensidad del mar
aparecen sensaciones ¡Nos hacen volar!
Mi mente conecta con el cuerpo,
 se apodera del tuyo en este beso sediento 
llevándonos a la cima del cielo
donde solo existen caricias, besos y más besos...